La Comisión TRAN del Parlamento Europeo ha realizado una investigación sobre el impacto de las tecnologías emergentes en el transporte

La comisión del Parlamento Europeo encargada de emitir recomendaciones sobre el diseño de políticas sobre transporte y turismo, Comisión TRAN, publicó el 23 de noviembre del año pasado un estudio sobre los impactos de las nuevas tecnologías en los sistemas de transporte.

Existen numerosas aplicaciones de las tecnologías emergentes en el campo de la movilidad que hacen prever que esta será más eficiente en el futuro. Este estudio ofrece una visión general sobre las principales soluciones de movilidad inteligente, Smart Mobility, de aquí a 2030, evaluando su posible impacto y los retos que se deben afrontar y abordar mediante medidas adicionales para maximizar los beneficios y minimizar los impactos negativos.

El estudio declara cuatro tipos de aplicaciones como las más prometedoras. Para las cuales se explican los impactos previstos en la movilidad, la infraestructura y la sociedad, así como se hace un recorrido por las políticas y estrategias europeas al respecto. Por último se incluyen cuatro experiencias en países miembros. Estas aplicaciones son:

• Sistemas de transporte inteligente y cooperativo (STI-C) como sistemas de gestión y control de tráfico, comunicaciones vehículo-vehículo o vehículo-infraestructura, etc.
• Movilidad cooperativa, conectada y automatizada (MCCA) que incluye diversos niveles de conducción asistida y automatizada de vehículos.
• Movilidad como servicio (MaaS) que representa a todas aquellas aplicaciones móviles a demanda y accesibles que facilitan al usuario la planificación, reserva, pago y acceso a servicios de transporte.
• Logística autoorganizada (LA) que se refiere a la coordinación descentralizada de cadenas logísticas, permitiendo a los agentes individuales de la cadena tomar decisiones autónomas.

De especial interés son las siguientes conclusiones de aplicación para todas las tecnologías:

• El impacto total de la movilidad inteligente solo se podrá comprobar a largo plazo pues la mayoría de las aplicaciones necesita una masa crítica y no es suficiente con pruebas piloto a pequeña escala, estudios prospectivos y estudios de preferencias declaradas. Además, en la próxima década se prevén mejoras tecnológicas que hagan a estas aplicaciones todavía más eficientes. El nivel de incertidumbre en este campo es todavía muy elevado.
• Disponer de una infraestructura digital consolidada es un requisito fundamental para el despliegue de las aplicaciones de movilidad inteligente. Su desarrollo, disponibilidad, seguridad y gestión deben de constituir una prioridad. Debido a las diferencias notables entre las infraestructuras física y digital (vida útil, requisitos de los usuarios, actores, etc.) se requiere una estrecha cooperación entre agentes.
• Aunque cada aplicación es diferente se pueden plantear retos técnicos, económicos y sociales comunes a todas que se pueden abordar conjuntamente mediante las siguientes acciones:
  
  • Mejorar de la aceptación de los usuarios y de la población en general
  • Formular argumentos de viabilidad económica
  • Garantizar la privacidad de los datos
  • Proporcionar infraestructuras de intercambio de datos armonizada y segura

Garantizar la interoperabilidad entre países, regiones y modos